Diversificación

Diversificación
Falta un crack

viernes, 16 de abril de 2010

Bombardean mi ciudad


Era de noche, una noche de verano, tranquila, hasta que de pronto, se produjo un gran ruido, venia desde la basílica del Pilar, habíamos entrado en guerra con los Nipones.Zaragoza estaba sitiada por tropas niponas, pero el gran ejercito, en el cual yo era el capitán del grupo, teníamos la mejor tropa del mundo, fuertes, aguerridos es decir, una tropa potente. El comando aéreo había sido destruido totalmente y solo quedaban fuerzas de asalto de pie y caballeria.El Pilar había sido destruido y con el nuestro orgullo. En aquel momento seguían bombardeando y destruyendo Zaragoza.El campo de la Romareda era nuestro escondite y lugar en esos momentos, allí planeábamos los ataques. La furia retenida por todos salió y fuimos, reconquistando Zaragoza, los aviones extranjeros los habíamos hecho desaparecer del mapa e incluso los Nipones estaban muertos de miedo debido a nuestra fuerza y ganas de dar todo por nuestra ciudad. Zaragoza quedo en ruinas, pero libre de enemigos, poco a poco todo volvió a la normalidad pero en nuestros corazones aun oíamos el ruido de las bombas y personas que habían muerto en una guerra que no comenzamos sino que por culpa de otros. Lo tendríamos siempre en mente.

Zaragoza ya era libre de cualquier enemigo, aviamos sobrevivido a lo más duro, pero siempre se recordara

No hay comentarios:

Publicar un comentario