Diversificación

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Falta un crack

jueves, 29 de abril de 2010

Anecdota de la guerra civil


José Montorio


Con la colaboración del piñas, el bajista de marea,unos vecinos me dijeron que fuera a una localidad aragonesa a conocer a un guerrillero de la guerra civil .Fuimos allí y estuvimos más de 8 horas con José Montorio llamado el chaval.Me regalo un libro de sus memorias,gran libro que me encanto.Montorio no quería contarme la historia al pie de la letra porque se emocionaba debido a la muerte de un compañero en sus propias manos por un disparo de fusil en la cabeza y no pudo hacer nada para salvarle la vida.Eran momentos en que reaccionar tarde no sirve de nada solo sirve para morir o llorar ante el enemigo.Me siguió contando graciosísimas anécdotas que estuve escuchando durante mucho tiempo con bastante interesa además debido a que este hombre me contó todo de lo que se acordaba decidí hacerle una canción debido a una anécdota que me contó porque un guerrillero fue con sandalias durante todo el camino hasta que pidió unas botas de militar después de 2 semanas en sandalia, el se reía todo emocionado las sandalias las llevaba para disimular las huellas que dejaba en el camino. Montorio estaba gravemente enfermo y le compuse una cancion.Cuando fui a visitarlo de nuevo me dijeron que se había muerto, ese verano estuvimos con mi grupo tocando en Borja.Aquel día tocamos la canción que le hice a este gran héroe de guerra que gano medallas de honor y reconocimientos por su disposición en la guerra civil española la cual el dijo que fue un horror para la nación española.
Llegue a la conclusión de que las personas que han vivido la guerra civil han sido personas que han luchado por unos derechos y una libertad que la guerra les ha quitado.

viernes, 16 de abril de 2010

Bombardean mi ciudad


Era de noche, una noche de verano, tranquila, hasta que de pronto, se produjo un gran ruido, venia desde la basílica del Pilar, habíamos entrado en guerra con los Nipones.Zaragoza estaba sitiada por tropas niponas, pero el gran ejercito, en el cual yo era el capitán del grupo, teníamos la mejor tropa del mundo, fuertes, aguerridos es decir, una tropa potente. El comando aéreo había sido destruido totalmente y solo quedaban fuerzas de asalto de pie y caballeria.El Pilar había sido destruido y con el nuestro orgullo. En aquel momento seguían bombardeando y destruyendo Zaragoza.El campo de la Romareda era nuestro escondite y lugar en esos momentos, allí planeábamos los ataques. La furia retenida por todos salió y fuimos, reconquistando Zaragoza, los aviones extranjeros los habíamos hecho desaparecer del mapa e incluso los Nipones estaban muertos de miedo debido a nuestra fuerza y ganas de dar todo por nuestra ciudad. Zaragoza quedo en ruinas, pero libre de enemigos, poco a poco todo volvió a la normalidad pero en nuestros corazones aun oíamos el ruido de las bombas y personas que habían muerto en una guerra que no comenzamos sino que por culpa de otros. Lo tendríamos siempre en mente.

Zaragoza ya era libre de cualquier enemigo, aviamos sobrevivido a lo más duro, pero siempre se recordara